Greenpeace España muda su sede a un antiguo almacén, sin apenas luz o ventilación natural. El proyecto de rehabilitación repercutirá decisivamente en la capacidad de Greenpeace de ofrecer un espacio de trabajo que dé respuesta a la filosofía, las expectativas y los objetivos de la organización. De alguna manera, Greenpeace ha de trasladar a la calle Valores 1 no sólo su sede y a sus trabajadores, sino sus aspiraciones.
La falta de luz del espacio no depende únicamente de su posición semi enterrada. El mayor problema es debido a que sus fachadas están muy lejos unas de otras. El espacio es muy regular, lo que le dota de cierta flexibilidad, pero demasiado ancho y profundo. Asimismo, pese a ser un antiguo almacén, no dispone de luz cenital, tal y como sucede en la mayoría de la saves industriales originalmente dedicadas a este uso. Por todo esto, el espacio no nos parece apto para acoger, sin cambios, un espacio de trabajo contemporáneo.
Es imposible incorporar luz y ventilación de manera «natural», a través de fachadas o cubierta, ya que el modelo de alquiler parcial de un inmueble, como es le caso, no permite cambios sustanciales en su forma, disposición o estructura. Pensamos, por tanto, que hay que incorporar luz, aire, naturaleza de un modo algo más artificial, aprovechando en lo posible las pistas y facilidades que no da lo que existe.
Proponemos introducir una «calle» en el interior del espacio, siguiendo la dirección de la entrada principal. Esta calle no sólo distribuirá personas, sino también luz, aire, energía, vegetación y, en general, todos los sistemas que construyen y acondicionan el espacio. De alguna manera es como si los trabajadores de Greenpeace introdujesen, con su insistencia y voluntad, un atisbo de naturaleza a través de la entrada.
Se plantea reutilizar todas las luminarias de fluorescencia existentes, concentrándolas sin embargo en el techo de esta calle interior, de tal manera que iluminen un jardín interior. La impulsión del aire se produce mediante un conducto de tela situado en el techo de esta calle, mientras que la extracción se realiza por las paredes norte y sur del local. El aire impulsado se limpia al pasar por la vegetación interior, antes de filtrarse a los espacios de trabajo y reunión. En verano se establecerá un ambiente más húmedo en esta calle, lo que es un clima seco como el de Madrid, ayuda a bajar la temperatura por evaporación. En invierno, se acumulará y aprovechará la energía producida por la insolación exterior, la iluminación interior y las fuentes de calor como ordenadores, cocina, que tardará en disiparse gracias a las pocas fachadas y ventanas, así como un uso inteligente del aislamiento térmico.